La No-Escuela fue concebida como un viaje definitivo hacia tu interior, a través de todos los umbrales temidos y pospuestos, para llegar allí donde reside la ineludible soberanía y todas las excusas desaparecen, allí donde puedes encontrarte de forma auténtica con los demás. Tiene vocación de ofrecerte la posibilidad de abandonar para siempre toda esclavitud, convirtiéndote en alguien difícilmente manipulable, próspero, realmente benéfico para otros y poseedor de la fuerza imparable de la determinación, contribuyendo así a un mundo más noble y libre.

 

Lejos de todo academicismo, David apuesta radicalmente por el poder del individuo, por su capacidad para crearse un alma grande y por su responsabilidad individual como el mayor ejercicio de generosidad hacia la sociedad de la que, inevitablemente, cada cual forma parte. Se opone al mesianismo, a la generación de dependencias, a la creencia en la inevitabilidad del proceso terapéutico y al ensimismamiento del llamado “trabajo personal” fomentado interesadamente por determinadas corrientes «terapéuticas» o de la nueva «espiritualidad» .

 

Propone un conocimiento esencial de las dinámicas humanas que subyace a cualquier otro conocimiento, es aplicable en todo ámbito y hunde sus raíces en la tradición convenientemente oculta, gracias a lo cual se mantiene fácilmente a la población maleable, sumisa y dependiente, intentando que ignore lo que verdaderamente la atañe. A su vez, David da mucha importancia a evitar las abstracciones lo máximo posible y a transmitir dicho conocimiento de una forma claramente entendible, muy concreta y útil.