Un viaje interior y mágico. Supe que jamás había querido una vida de sacrificio, trabajo y esfuerzo. Descubrí que mi perfecta vida y mi gran trabajo no me gustaban. Aprendí que mi aparente fuerza de voluntad, estabilidad y sensatez eran cualidades impuestas, y que dentro de mí había una enorme creatividad y la locura necesaria para aplicarla cada día. David fue la llave que precisaba para abrir la puerta definitiva al sueño que no me atrevía a realizar.